Matemáticas siglo XIX
y XX
Entre los siglos XIX y XX la teoría de grupos se
ramificó, formando el núcleo del álgebra actual, compuesto por una serie de
teorías como: los grupos finitos, los grupos discretos infinitos, los grupos
continuos, entre ellos los grupos de Lie. Durante los años 1870 y 1920, la
teoría de grupos fue menos dominante que en la época de Poincaré. Los métodos
teóricos de grupos se aplicaron a otras disciplinas, aportando en los
descubrimientos relacionados con la teoría de la estructura de la materia, la
física moderna, como los estudios realizados por De Broglie, Schrödinger, Dirac
y otros.
Otro hito importante en el siglo XX fue la obra lógica
de Gödel,
que hay que relacionar desde el principio con el programa formalista de
Hilbert. En su tesis doctoral "La completitud de los axiomas del cálculo
funcional de primer orden", resolvía un problema pendiente, que David
Hilbert y Wilhelm Ackermann habían planteado en un libro que escribieron conjuntamente
en 1928, Grundzüge der theoretischen Logik (Fundamentos de la Lógica
Teórica). La cuestión consistía en si las reglas del uso, enunciadas en el
libro, para la manipulación de expresiones que contengan conectivos lógicas
("y", "o", y similares) y cuantificadores ("para
todo" y "existe", aplicadas a variables que recorren números o
conjuntos) permitirían, adjuntados a los axiomas de una teoría matemática, la
deducción de todas y sólo todas las proposiciones que fueran verdaderas en cada
estructura que cumpliera los axiomas. En lenguaje llano, ¿sería realmente
posible demostrar todo cuanto fuera verdadero para todas las interpretaciones
válidas de los símbolos?
Se esperaba que la respuesta fuese afirmativa, y Gödel
confirmó que así era. Su disertación estableció que los principios de lógica
desarrollados hasta aquel momento eran adecuados para el propósito al que
estaban destinados, que consistía en demostrar todo cuanto fuera verdadero
basándose en un sistema dado de axiomas. No demostraba, sin embargo, que todo
enunciado verdadero referente a los números naturales pudiera demostrarse a
partir de los axiomas aceptados de la teoría de los números.
El teorema de completitud de Gödel enuncia que es posible
demostrar todos aquellos enunciados que se siguen de los axiomas. Existe, sin
embargo, una dificultad: si algún enunciado fuese verdadero para los números
naturales, pero no lo fuese para otro sistema de entidades que también
satisface los axiomas, entonces no podría ser demostrado. Ello no parece constituir
un problema serio, porque los matemáticos confiaban en que no existieran
entidades que se disfrazasen de números para diferir de ellos en aspectos
esenciales. Por este motivo, el teorema de Gödel que vino a continuación
provocó auténtica conmoción.
En su artículo de 1931, Gödel demostraba
que ha de existir algún enunciado concerniente a los números naturales que es
verdadero, pero no puede ser demostrado. (Es decir, que existen objetos que
obedecen a los axiomas de la teoría de números y, no obstante, en otros
aspectos dejan de comportarse como números). Se podría eludir este
"teorema de incompletitud" si todos los enunciados verdaderos fueran
tomados como axiomas. Sin embargo, en ese caso, la decisión de si ciertos
enunciados son verdaderos o no se torna problemática a priori. Gödel demostró
que siempre que los axiomas puedan ser caracterizados por un sistema de reglas
mecánicas, resultan indiferente cuáles sean los enunciados tomados como
axiomas. Si son verdaderos para los números naturales, algunos otros enunciados
verdaderos acerca de los números naturales seguirán siendo indemostrables.
En particular, si los axiomas no se contradicen entre sí,
entonces, ese hecho mismo, codificado en enunciado numérico, será
"formalmente indecidible" -esto es, ni demostrable ni refutable- a
partir de dichos axiomas. Cualquier demostración de consistencia habrá de
apelar a principios más fuertes que los propios axiomas.
Este último resultado apenó muchísimo a Hilbert, quien había
contemplado un programa para fijar los fundamentos de las matemáticas por medio
de un proceso "autoconstructivo", mediante el cual la consistencia de
teorías matemáticas complejas pudiera deducirse de la consistencia de más
sencillas y evidentes. Gödel, por otra parte, no consideraba que sus teoremas
de incompletitud demostrasen la inadecuación del método axiomático, sino que
hacían ver que la deducción de teoremas no puede mecanizarse. A su modo de ver,
justificaban el papel de la intuición en la investigación matemática.
Los conceptos y los métodos introducidos por Gödel en su
artículo sobre la incompletitud desempeñan un papel central en la teoría de
recursión, que subyace a toda la informática moderna.
Los resultados de Gödel en teoría de conjuntos resolvieron
una de las cuestiones que Hilbert había planteado en 1900 en una alocución
célebre pronunciada en el Congreso Internacional de Matemáticas.
Durante los años 40 quedó superado el aislamiento de las
ideas sobre funciones de variable compleja, merced sobre todo a los trabajos de B.
Riemann2 en
los cuales aparecían amplias analogías que vinculaban esta teoría con otros
campos de las matemáticas. Fue a finales de siglo XIX y a comienzos del siglo
XX cuando se unificaron conceptos, creando una concepción única general de la
teoría de funciones de variable compleja.
La geometría pasó de las ideas de geometría analítica del
siglo XVII, a la proyectiva del siglo XIX, hasta llegar a la geometría
diferencial del siglo XX. La geometría diferencial es la aplicación del
análisis a las curvas y superficies. Tuvo su desarrollo casi definitivo con Gastón
Darboux, a comienzos del siglo XX.
La geometría integral combinatoria puede ser considerada
como una generalización del problema primitivo de las agujas de Bufón,
extendiéndolo al caso de varias agujas fijas en el plano, en posición
arbitraria, y calculando las medidas de las rectas que cortan o separan a
algunas de estas agujas.
En la década de los sesenta, la geometría integral volvió a
interesar a las probabilidades, debido principalmente a una serie de
importantes trabajos de R.E. Miles. Se volvió a las probabilidades
geométricas, pero no en su sentido clásico, sino en el marco de los modernos
desarrollos de la teoría de las probabilidades, sobre todo dentro de los
procesos estocásticos. Se conocían los procesos de puntos -los procesos de
Poisson, por ejemplo- y se trató de extender el concepto de procesos de rectas
y a otros elementos geométricos. De esta forma nació la geometría estocástica.
Los problemas que señalan en principio la aparición de este
nuevo espíritu son los de funciones continuas y los teoremas de existencia. En
particular, se creía que toda función continua era derivable en todos sus
puntos, aparte quizá de un número finito o infinito de puntos excepcionales. Cauchy fue
el primero, a comienzos del siglo XX, que se entregó a la tarea de dar una
definición precisa de "función continua".
Respecto de los avances más significativos del análisis del
siglo XX podría decirse que fueron, entre otros: el teorema de Carleson sobre
la convergencia de las series trigonométricas, que puede ser considerado como
una culminación del proyecto de análisis armónico delineado por Fourier, y el
teorema de De Giorgi-Nash sobre la regularidad de las soluciones de ecuaciones
elípticas, que inauguró la teoría no lineal y resolvió uno de los problemas
planteados por Hilbert.
El siglo XX ha sido fértil en cuanto a la resolución de antiguos
problemas abiertos, y en él se han logrado importantes avances. Vamos tan sólo
a describir dos de los logros más interesantes: ambos son soluciones a
problemas de más de trescientos años, que se obtuvieron al final de este siglo
y en los que se logró el éxito gracias a desarrollos matemáticos previos.
Álgebra
En los tiempos de Gauss, el álgebra había entrado en su
etapa moderna. El foco de atención se trasladó de las ecuaciones polinómicas al
estudio de la estructura de sistemas matemáticos abstractos, cuyos axiomas
estaban basados en el comportamiento de objetos matemáticos, como los números
complejos, que los matemáticos habían encontrado al estudiar las ecuaciones
polinómicas. Dos ejemplos de dichos sistemas son los grupos y las cuaternas,
que comparten algunas de las propiedades de los sistemas numéricos, aunque
también difieren de ellos de manera sustancial. Los grupos comenzaron como
sistemas de permutaciones y combinaciones (véase Combinatoria) de las
raíces de polinomios, pero evolucionaron para llegar a ser uno de los más
importantes conceptos unificadores de las matemáticas en el siglo XIX. Los
matemáticos franceses Galois y Augustin Cauchy, el británico Arthur Cayley y
los noruegos Niels Abel y Sophus Lie hicieron importantes contribuciones a su
estudio. Las cuaternas fueron descubiertas por el matemático y astrónomo
irlandés William Rowan Hamilton, quien desarrolló la aritmética de los números
complejos para las cuaternas; mientras que los números complejos son de la
forma a + bi, las cuaternas son de la
forma a + bi + cj + dk.
Después del descubrimiento de Hamilton, el matemático alemán Hermann Grassmann
empezó a investigar los vectores. A pesar de su carácter abstracto, el físico
estadounidense J. W. Gibbs encontró en el álgebra vectorial un sistema de gran
utilidad para los físicos, del mismo modo que Hamilton había hecho con las
cuaternas. La amplia influencia de este enfoque abstracto llevó a George Boole
a escribir Investigación sobre las leyes del pensamiento (1854), un
tratamiento algebraico de la lógica básica. Desde entonces, el álgebra moderna
—también llamada álgebra abstracta— ha seguido evolucionando; se han obtenido
resultados importantes y se le han encontrado aplicaciones en todas las ramas
de las matemáticas y en muchas otras ciencias.
Matrices
El término 'determinante' fue introducido por primera
vez por Gauss en
“Disquisiciones Aritméticas” (1801) mientras se discutían formas cuadráticas. Gauss usó este término
porque el determinante determina las propiedades de la forma cuadrática. Sin
embargo, este concepto de determinante no era el mismo que conocemos ahora. En
el mismo trabajo, Gauss pone
los coeficientes de sus formas cuadráticas en arreglos rectangulares. Describe
la multiplicación de matrices (la cual piensa como una composición, lo que
implica que no había alcanzado aun el concepto de álgebra de matrices) y la
inversa de una matriz en el contexto particular de los arreglos de coeficientes
de formas cuadráticas.
La Eliminación Gaussiana, que primero aparece en el
texto” Nueve Capítulos de Arte Matemático” escrito 200 años AC, era usada
por Gauss en
sus estudios de la órbita del asteroide Pallas. Usando las observaciones
de Pallas tomadas entre 1803 y 1809, Gauss obtuvo un
sistema de seis ecuaciones lineales con seis incógnitas.Gauss ideó un método
sistemático para resolver tales ecuaciones, el que precisamente conocemos ahora
como “Eliminación Gaussiana” con los coeficientes de una matriz.
Fue Cauchy en 1812 quien
usó el término 'determinante' en el sentido moderno. El trabajo de Cauchy es el
más completo de los primeros trabajos sobre determinantes. Él desaprobaba los
primeros resultados y daba nuevos resultados propios sobre menores. En este
escrito, de 1812, por primera vez fue probada la multiplicación de
determinantes aunque, en la misma reunión del Instituto de Francia, Binet lee
un escrito que contenía la prueba del teorema de la multiplicación pero que fue
menos satisfactoria que la realizada por Cauchy.
En 1826 Cauchy, en el contexto de
formas cuadráticas en n variables, usó el término'tableau' para la matriz
de coeficientes. Él encuentra el autovalores de matrices y dio resultados
sobre diagonalización de una matriz en el contexto de convertir una forma
cuadrática a la suma de cuadrados. Cauchy también
introdujo la idea de matrices similares (pero no el término) y mostró que si
dos matrices son similares ellas tienen la misma ecuación característica.
También probó, nuevamente en el contexto de formas cuadráticas, que toda
matriz simétrica real es diagonalizable.
Jacques Sturm dio una generalización del problema de
los autovalores en el contexto de resolver sistemas de ecuaciones
diferenciales ordinarias. De hecho, el concepto de autovalores apareció 80 años
antes en trabajos sobre sistemas de ecuaciones diferenciales lineales, hechos
por D'Alembert acerca de la generalización del movimiento de una cuerda
con masas pegadas a él en diversos puntos.
Es una pena que ni Cauchy ni Jacques
Sturm realizaron la generalidad de las ideas que ellos estaba introduciendo,
las mostraron solo en los contextos específicos en que ellos estaban
trabajando. Jacobi, alrededor 1830 y luego Kronecker y Weierstrass en los años
1850 y 1860 también miraron resultados matriciales pero otra vez en un contexto
especial, esta vez relativo a la idea de un transformación lineal.
Jacobi publicó tres tratados sobre determinantes en 1841.
Esto fue de gran importancia, ya que por primera vez la definición de
determinante fue hecha en forma algorítmica y las entradas en los
determinantes no fueron especificados. Así, sus resultados fueron aplicados
igualmente bien a casos donde las entradas eran números o eunciones. Estos tres
escritos de Jacobi hicieron la idea de determinante ampliamente conocido.
Cayley, también publicó en 1841, la primera
contribución Inglesa a la teoría de determinantes. En este escrito, uso dos
líneas verticales en ambos lados del arreglo para denotar el determinante, una
notación que ahora es común.
Eisenstein en
1844 denotó las sustituciones lineales con una simple letra y mostró como
sumarlas y multiplicarlas como números ordinarios excepto porque no hay
commutatividad. Es justo decir que Eisenstein fue el primero en pensar las
sustituciones lineales como la formación de un álgebra como pueder ser visto en
la siguiente cita de su escrito de 1844:
"Un algoritmo para cálculo puede ser basado en
esto, consiste en aplicar las reglas normales para las operaciones de
multiplicación, división y exponenciación a ecuaciones simbólicas. Entre
sistemas lineales, ecuaciones simbólicas correctas son obtenidas siempre,
teniendo en consideración que el orden de los factores no puede ser
alterado."
El primero en usar el término "matriz" fue
Sylvester en 1850. Sylvester definió matriz como un arreglo rectangular de
términos y vio como algunas matrices contenían dentro de ellas varios
determinantes representados como arreglos cuadrados. Después de dejar América,
Sylvester volvió a Inglaterra en 1851, y se formó como abogado. Más tarde junto
a Cayley, un abogado como él, compartió sus intereses matemáticos. Cayley
rápidamente vio el significado del concepto de matriz y en 1853 había
publicado una nota dando, por primera vez, la inversa de una matriz.
Cayley, en 1858, publicó “Memorias sobre la teoría de
matrices” que contiene la primera definición abstracta de matriz.
Él muestra que los arreglos de coeficiente estudiados tempranamente para formas
cuadráticas y para transformaciones lineales son casos especiales de su
concepto general. Cayley daba una definición algebraica sobre adición de
matrices, multiplicación, multiplicación por un escalar y matriz inversa.
Él daba una construcción explícita de la inversa de una matriz en términos del
determinante. Cayley también probó que, en el caso de matrices de orden (2 x
2), la matriz satisface su ecuación característica propia. Él declaraba
que había comprobado el resultado para matrices de orden (3 x 3), indicando su
prueba, pero dice:
"Yo no tengo la condición necesaria para llevar
adelante el trabajo de probar formalmente el teorema para el caso general de
una matriz de cualquier grado."
Que una matriz satisfaga su ecuación característica propia
es lo que se conoce como el "Teorema de Cayley-Hamilton". Es
razonable preguntarse que tiene que ver esto con Hamilton. En efecto, el
también probó un caso especial del teorema, para matrices de orden (4 x
4), en el curso de sus investigaciones sobre cuaterniones. En 1870, la forma canónica de Jordan aparece en “ Tratado
sobre sustituciones y ecuaciones algebraicas” por Jordan. Aparece en el
contexto de una forma canónica para sustituciones lineales sobre un campo
finito de orden primo. Frobenius, en 1878, escribió un importante trabajo
sobre matrices en “Sustituciones lineales y formas bilineales” cuando el
no estaba consciente del trabajo de Cayley. Frobenius trabajaba en su artículo
con coeficientes de formas cuadráticas y no usa el término matriz. Sin
embargo probó importantes resultados sobre matrices canónicas como
representaciones de clases de equivalencia de matrices. Él menciona a Kronecker
(1874) y Weierstrass
(1868) como casos especiales de sus resultados respectivamente. Frobenius
además probó el resultado general de que una matriz satisfaga su ecuación
característica. Este escrito de 1878 también contiene la definición
del rango de una matriz el cual usaba en sus trabajos sobre formas
canónicas y la definición de Matrices Ortogonales. La nulidad de una matriz cuadrada fue definida por
Sylvester en 1884. Él definía la nulidad de A, n(A), como el mayor i tal que
cada de A de orden (n-i+1) es nula. Sylvester estaba interesado en
invariantes de matrices, esto es, propiedades que cumplen algunas matrices y
que no son alteradas bajo ciertas transformaciones. Sylvester provó que:
max(n(A),n(B)) <= n(AB) <= n(A) + n(B).
En 1896, Frobenius conoció las “Memorias sobre la teoria de
matrices” de Cayley (1858) y despues comenzó a usar el término
matriz. A pesar del hecho que Cayley solo había probado el teorema de
Cayley-Hamilton para matrices de (2 x 2) y (3 x 3), Frobenius generosamente
atribuyó el resultado a Cayley a pesar de haber sido el, el primero en probar
el teorema general.
Una definición axiomática de determinante fue usado por Weierstrass en sus
clases y, despues de fallecido, fue publicado, en 1903, en la nota
“Teoría de determinantes”. En el mismo año, también fueron publicados los
apuntes de Kronecker sobre determinantes, nuevamente despues de su muerte. Con
estas dos publicaciones, la teoría moderna de determinantes estaba desarrollada
pero, la teoría de matrices tomaba un poco más de tiempo para convertirse en
una teoría completamente aceptada.
Análisis complejo
El análisis complejo es una de las ramas clásicas de las
matemáticas que tiene sus raíces más allá del siglo XIX.
Los nombres destacados en su desarrollo son Euler, Gauss, Riemann, Cauchy, Weierstrass y
muchos más en el siglo XX. Tradicionalmente, el análisis complejo, en
particular la teoría de las aplicaciones conformes, tiene muchas
aplicaciones en ingeniería, pero es ampliamente usada también en teoría de números analítica. En tiempos
modernos se convirtió en popular gracias al empuje de la dinámica compleja y
los dibujos de fractales, producidos por la iteración de funciones
holomorfas, de los cuales el más popular es el conjunto de Mandelbrot. Otras aplicaciones
importantes del análisis complejo son las de la teoría de cuerdas, una teoría de campos cuánticos conforme-invariante.
Probabilidad
A mediados del siglo XIX, un fraile agustino
austríaco, Gregor Mendel, inició el estudio de la herencia, la genética,
con sus interesantes experimentos sobre el cruce de plantas de diferentes
características. Su obra, La matemática de la Herencia, fue una de las
primeras aplicaciones importantes de la teoría de probabilidad a las ciencias
naturales
Desde los orígenes la principal dificultad para poder
considerar la probabilidad como una rama de la matemática fue la elaboración de
una teoría suficientemente precisa como para que fuese aceptada como una forma
de matemática. A principios del siglo XX el matemático ruso Andrei
Kolmogorov » la definió de forma axiomática y estableció
las bases para la moderna teoría de la probabilidad que en la actualidad es
parte de una teoría más amplia como es la teoría de la medida.
Geometría no euclidiana
La primera persona que realmente entendió el problema de las
paralelas fue Gauss. Empezó a trabajar sobre el quinto postulado en 1792 cuando
tenía apenas 15 años de edad, intentando primero demostrar el postulado de las
paralelas a partir de los otros cuatro. Par 1813 había progresado poco y
escribió:
En la teoría de las paralelas no estamos hoy más avanzados
que Euclides.
Esta es una parte vergonzosa de las matemáticas… Sin embargo para 1817 Gauss
estaba convencido de que el quinto postulado era independiente de los otros
cuatro postulados. Empezó a deducir las consecuencias de una geometría en la
que más de una línea puede dibujarse que pase por un punto dado y que sean
paralelas a una recta dada. Tal vez lo más sorprendente de todo es que Gauss
nunca publicó este trabajo sino que lo mantuvo en secreto. En esa época el
pensamiento estaba dominado por Kant, quien afirmó que la geometría euclidiana
es la inevitable necesidad de pensamiento y a Gauss le disgustaba la
controversia. Gauss discutió la teoría de las paralelas con su amigo, el matemático
Farkas Bolyai quien hizo varias demostraciones falsas del postulado de las
paralelas. Farkas Bolyai le enseñó matemáticas a su hijo, János Bolyai pero, a
pesar de haber pedido a su hijo que no perdiera una sola hora en ese
problema del quinto postulado, János Bolyai sí trabajó en el problema. En
1823 Bolyai escribió a su padre diciendo que he descubierto cosas tan
maravillosas que estoy asombrado… de la
nada he creado un extraño nuevo mundo. Sin embargo le llevó a Bolyai otros dos
años escribirlo todo y publicó su extraño nuevo mundo como un
apéndice de 24 páginas en el libro de su padre, aunque solamente para confundir
a generaciones posteriores, el apéndice fue publicado antes que el libro mismo.
Gauss, después de leer las 24 páginas, describió a János Bolyai en estas
palabras al escribirle a un amigo: Veo a este joven geómetra Bolyai como
un genio de primer orden. Sin embargo en cierto sentido Bolyai solamente supuso
que la nueva geometría era posible. Después siguió las consecuencias de manera
no muy diferente a la de aquellos que habían elegido suponer que el quinto
postulado era falso y buscaban una contradicción. No obstante a ello, el
verdadero avance fue la creencia de que la nueva geometría era posible. Gauss,
a pesar de lo impresionado por Bolyai que sonaba en la cita anterior, más bien
lo devastó al decirle que él mismo (Gauss) había descubierto todo esto
anteriormente pero no lo había publicado. Aunque esto debe sin duda ser cierto,
no le quita nada al increíble avance de Bolyai. Tampoco queda disminuido el
trabajo de Bolyai porque Lobachevsky publicara una obra sobre geometría
no-euclidiana en 1829. Ni Bolyai ni Gauss sabía del trabajo de Lobachevsky,
principalmente porque fue publicada nada más en ruso en el Mensajero de
Kazan, una publicación universitaria local. El intento de Lobachevsky para
llegar a un audiencia más amplia había fallado cuando su artículo fue rechazado
por Ostrogradski. De hecho, a Lobachevsky no le fue mejor que a Bolyai para
atraer el reconocimiento público de su trascendental obra. Publicó Investigaciones
geométricas sobre la teoría de las paralelas en 1840, la cual, en sus 61
páginas, da la narración más clara del trabajo de Lobachevsky. La publicación
de un recuento en francés en el Diario de Crelle en 1837 llevó su trabajo sobre
geometría no-euclidiana a una gran audiencia pero la comunidad matemática no
estaba lista para aceptar ideas tan revolucionarias.
En el folleto de Lobachevsky de 1840 se explica claramente
cómo funciona su geometría no-euclidiana. Todas las rectas que en un plano
salen de un punto pueden con respecto a una recta dada en el mismo plano, ser
divididas en dos clases -en las que cortan y las que no cortan. Las líneas
frontera de cada clase de rectas se llamarán palalelas a la recta dada.
Desde aquí Lobachevsky ha reemplazado el quinto postulado de
Euclides por:
Postulado de las paralelas de Lobachevsky. Existen dos
líneas paralelas a otra dada y que pasan por un punto dado que no está en la
línea dada. Lobachevsky prosiguió con el desarrollo de muchas identidades
trigonométricas para triángulos en esta geometría, demostrando que conforme el
triángulo se hace más pequeño, dichas identidades tienden a las identidades
trigonométricas habituales. Riemann, quien escribió su disertación doctoral
bajo la supervisión de Gauss, dio una conferencia inaugural el 10 de junio de
1854 en la cual reformuló por completo el concepto de geometría a la cuál el
vio como un espacio con suficiente estructura adicional como para poder medir
cosas como la longitud. Esta plática no fue publicada sino hasta 1868 dos años
después de la muerte de Riemann, pero tendría una profunda influencia en el
desarrollo de gran cantidad de geometrías distintas. Riemann brevemente
discutió una geometría ‘esférica’ en la cual cada línea que pasa por un
punto P que no está en una línea AB toca a la línea AB.
En esta geometría las rectas paralelas son imposibles.
Es importante darnos cuenta de que ni la descripción de
Bolyai ni la de Lobachevsky de su nueva geometría habían sido probadas como
consistentes. De hecho, no era diferente de la geometría euclidiana en este
aspecto aunque los muchos siglos de trabajo con la euclidiana eran suficientes
para convencer a los matemáticos de que jamás aparecería una contradicción
dentro de ella.
La primera persona que puso a la geometría no-euclidiana de
Bolyai – Lobachevsky en la misma base que la geometría euclidiana fue Eugenio
Beltrami (1835-1900). En 1868 escribió un artículo Ensayo sobre la
interpretación de la geometría no-euclidiana que presentaba un modelo para
una geometría no-euclidiana bidimensional dentro de la geometría euclidiana
tridimensional. Este modelo se obtuvo en la superficie de revolución de una
tractriz alrededor de su asíntota. A esto se le llama a veces una seudo-esfera.
Puedes ver la gráfica de una tractriz y
cómo se ve la mitad superior
de una pseudo-esfera de hecho, el modelo de Beltrami estaba
incompleto pero sin duda daba una decisión final sobre el quinto postulado
de Euclides ya
que el modelo proporcionaba una base sobre la cual se sustentaban los primeros
cuatro postulados de Euclides pero
no así el quinto. Reducía el problema de la consistencia de los axiomas de la
geometría no-euclidiana al de la consistencia de los axiomas de la geometría
euclidiana.
El trabajo de Beltrami sobre un modelo de la geometría
no-euclidiana de Bolyai-Lobachevsky fue completado por Klein en 1871. Klein fue
más allá de esto y dio modelos de otras geometrías no-euclidianas tales como la
geometría esférica de Riemann. El trabajo de Klein se basaba en la noción de
distancia definida por Cayley en 1859 cuando propuso una definición
generalizada de distancia.
Klein mostró que hay tres tipos básicos de geometría. En la
del tipo de la de Bolyai-Lobachevsky, las rectas tiene dos puntos infinitamente
distantes. En la geometría esférica del tipo de Riemann, las rectas no tienen
puntos infinitamente distantes (o más precisamente dos imaginarios). La
geometría euclidiana es un caso límite entre las dos en el cual para cada línea
hay dos puntos infinitamente distantes que son coincidentes.
Geometría proyectiva
Gérard Desargues es el iniciador de la
geometría proyectiva, pues fundamentó matemáticamente los métodos de la
perspectiva que habían desarrollado los artistas del Renacimiento,
y aunque su trabajo fue publicado en 1639, pasó desapercibido durante dos
siglos (excepto dos teoremas), ensombrecido por la influyente obra de Descartes.
En el siglo XIX, la geometría proyectiva y la
geometría hiperbólica, se establecieron dentro de las matemáticas, pero lo que
acabó de enraizarlas, posiblemente, fue hallar un modelo analítico. Dentro del
contexto de la geometría euclidiana-cartesiana se puede construir la geometría
proyectiva y, si se acepta la primera, hay que admitir la segunda.
Este proceso finalizó definitivamente a principios del siglo
XX, pues Einstein, apoyándose en los exhaustivos
desarrollos geométricos de los matemáticos del siglo XIX, consiguió demostrar
que, a gran escala, el universo se puede interpretar mejor con
estas nuevas geometrías que con el rígido espacio euclidiano.
Teoría de conjunto
George Cantor (1845-1918) fue quien prácticamente formuló de
manera individual la teoría de conjuntos a finales del siglo XIX y principios
del XX. Su objetivo era el de formalizar las matemáticas como ya se había hecho
con el cálculo cien años antes. Cantor comenzó esta tarea por medio del
análisis de las bases de las matemáticas y explicó todo basándose en los
conjuntos (por ejemplo, la definición de función se hace estrictamente por
medio de conjuntos). Este monumental trabajo logró unificar a las matemáticas y
permitió la comprensión de nuevos conceptos.
El problema apareció cuando se comenzaron a encontrar
paradojas en esta teoría, siendo la más célebre la paradoja de Russell, y más
tarde varios matemáticos encontraron más paradojas, incluyendo al mismo Cantor.
Russell descubrió su paradoja en 1901, y la publicó en un apéndice de su libro
"Principios de las matemáticas".
Cuando los matemáticos supieron de esta paradoja, muchos se
preguntaron si las matemáticas en realidad eran consistentes, y sobre todo
verdaderas, ya que cualquier suposición matemática podía basarse en una teoría
inconsistente.
La primera propuesta para solucionar el problema de las
paradojas provino de un matemático holandés llamado Brouwer, quien propuso una
redefinición radical de todas las matemáticas y prometió una solución al
conflicto. El programa de Brouwer se basaba en lo más simple de la intuición:
el aceptaba los conceptos que son aparentes a la intuición general. Esta
filosofía rechazaba muchos principios fundamentales de las matemáticas, pero en
cambio, solucionaba satisfactoriamente el problema de las paradojas.
Particularmente Brouwer rechazaba el principio del medio excluido, el cuál
decía que los elementos de un conjunto o bien tienen una propiedad A o no la
tienen, lo cuál sería la negación de la propiedad A. A esta corriente de
pensamiento se le llamó intuicionismo.
Por otro lado, David Hilbert se opuso al intuicionismo y
aunque no toleraba las paradojas, no estaba dispuesto a ver las matemáticas
mutiladas. En 1904 propuso la teoría de la prueba, la cuál era una teoría de la
lógica independiente del contexto y podría ser aplicada a las matemáticas sin
encontrar paradojas. Russell a su vez desarrolló su teoría de los tipos para
evitar las paradojas. El proponía que los enunciados se acomodaran
jerárquicamente. Russell publicó sus resultados en 1908 con la colaboración de
Alfred North Whitehead.
La cuarta respuesta a la paradoja fue de Ernst Zermelo en
1908 con la axiomatización de la teoría de conjuntos. La mejor prueba de que la
teoría de conjuntos no ha logrado unificar a las matemáticas es que éstas se
han ramificado en áreas muy diferenciadas, como la aritmética, el álgebra, la
trigonometría y geometría; también se han separados distintos campos como el
cálculo, la topología, la teoría de conjuntos, la teoría de los números y la
estadística.
tomado de http://www.aportes.educ.ar/sitios/aportes/recurso/index?rec_id=107513&nucleo=matematica_nucleo_arte , http://ftovars.galeon.com/pag1.htm , https://es.wikipedia.org/wiki/Geometr%C3%ADa_proyectiva , http://www.estadisticaparatodos.es/historia/histo_proba.html , https://www.google.com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CBwQFjAAahUKEwjeopORtOXIAhXD2B4KHU8dCQA&url=http%3A%2F%2Fastroseti.org%2Ftraducciones%2Fhistoria-de-las-matematicas%2Fhistoria-de-la-geometria-no-euclidiana%2F&usg=AFQjCNEdGGDnBO2ASmFPsGyXbif0Ivqb4w&sig2=RXxNSpq6omjya_7nfrRjyA
tomado de http://www.aportes.educ.ar/sitios/aportes/recurso/index?rec_id=107513&nucleo=matematica_nucleo_arte , http://ftovars.galeon.com/pag1.htm , https://es.wikipedia.org/wiki/Geometr%C3%ADa_proyectiva , http://www.estadisticaparatodos.es/historia/histo_proba.html , https://www.google.com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CBwQFjAAahUKEwjeopORtOXIAhXD2B4KHU8dCQA&url=http%3A%2F%2Fastroseti.org%2Ftraducciones%2Fhistoria-de-las-matematicas%2Fhistoria-de-la-geometria-no-euclidiana%2F&usg=AFQjCNEdGGDnBO2ASmFPsGyXbif0Ivqb4w&sig2=RXxNSpq6omjya_7nfrRjyA
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